Después de la alarma inicial en el Ministerio de Defensa, el escándalo pesa aún sobre el cuerpo más aguerrido de las fuerzas terrestres españolas después de que una nueva inspección sorpresa en el cuartel de la Brigada «Rey Alfonso XIII» destapara otro alijo aún mayor de novelas de Corín Tellado, que fueron decomisadas en el acto.

El alto mando militar, que se resiste aún a hablar de descrédito en el antiguo Tercio de Extranjeros, asegura que los libros fueron confiscados de inmediato y sustituidos por ruda pornografía, como corresponde a los soldados de un cuerpo de su afamada hombría. Sin embargo, para la opinión pública, la imagen de la Legión ya está gravemente dañada. Quizá no tanto como cuando se encontraron aquellas Epilady en un barracón de oficiales en Ceuta, pero la simiente del caos ya está plantada.
Fuente: eljueves
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