- Bill, realmente estoy confuso con tu caso, no estoy seguro de si debo enviarte al cielo o al infierno. Después de todo, tú has ayudado a la sociedad, creaste Windows y has colocado un ordenador prácticamente en todos los hogares del mundo. Voy a hacer algo que nunca antes se ha hecho. En tu caso te dejaré decidir dónde quieres ir.
- Gracias Señor, ¿Cual es la diferencia entre los dos sitios?
- Te mostraré ambos lugares para ayudarte a tomar una decisión.
- Empezaremos primero por el infierno.
Una vez allí, se puede ver una fantástica playa de arenas blancas, aguas azules y cristalinas con multitud de bellas mujeres retozando en el agua, riendo y divirtiéndose, el sol brillante y una temperatura perfecta. - ¡This is great!, si esto es el infierno, ¡Quiero ver el cielo!
El cielo era un lugar por encima de las nubes, con ángeles tocando arpas y cantando dulces y melosas canciones, realmente bello pero no tan excitante como el infierno.
Bill se tomó un momento para reflexionar su decisión…
- Creo que prefiero el infierno.
- Bien, sea como deseas (y le mandó al infierno).
Dos semanas después, Dios decidió hacer una visita al infierno a ver como le iba al multimillonario. Cuando llegó encontró a Bill encadenado a un muro, quemado por el fuego en una oscura cueva, siendo duramente torturado por los demonios:
- ¿Cómo va todo Bill?, preguntó.
- Esto es horrible, no es lo que yo esperaba. ¿Dónde está aquella preciosa playa, las hermosas mujeres jugando, el agua cristalina?
- ¡Ahhh!, Aquello... ¡Era el salvapantallas!
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