No se trata de un indignado resentido, Raúl Ander buscaba a toda costa aparecer en El Libro Guinness de los Records, y una vez constatado que ningún otro deportista había conseguido semejante hazaña en la modalidad ‘sin carrerilla’ preparó a conciencia su actuación.
Los únicos antecedentes conocidos se remontan al año 1982, cuando un soriano habría conseguido derribar un chamizo, con la única ayuda de su miembro, en este caso tomando impulso de casi 100 metros y corriendo cuesta abajo. Ahora Raúl Ander ha alcanzado su objetivo a base de certeros pollazos ‘en parado’ contra los muros de carga del edificio, con chichonera, sí, pero sin preservativo y en apenas unos minutos.
La elección de una oficina del INEM ha añadido al acto un matiz reivindicativo tan estúpido y poco efectivo como las medidas del gobierno para reducir el número de trabajadores en paro.
Raúl Ander nos ha informado que, una vez se recupere de las magulladuras sufridas, con la misma herramienta intentará enderezar la Torre de Pisa...
Desde CUIDADO con los HUEVOS abogamos por esta modalidad tan singular como nuevo Deporte Olímpico. Apóyanos!
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