Estás parado en un semáforo y oyes el ruido de un helicóptero que está sobrevolando la zona en la que te encuentras tú. Miras hacia arriba a través de los cristales y entonces ves cómo cae una cabra sentada sobre la taza de un WC verde y con manchitas moradas. Todo esto es para distraer tu atención porque mientras miras, dos ex-zapadores de la guerra de Kosovo han cavado un pozo justo delante de tu coche, del tamaño de una piscina olímpica, donde cuatro ex-trapecistas del circo Ringling han montado una red por encima del hueco.
Entonces, desde detrás, veintitrés gitanas rumanas empujan tu coche hasta que lo hacen caer sobre la red mientras tapan los cristales con cuarenta y dos docenas de ejemplares del periódico La Farola, un fardo de paquetes de Kleenex y jabón para limpiar el cristal mezclado con noseque mejunje que produce ceguera temporal al mirar entre el sol y el arco iris producido en el cristal de tu coche...
¡¡ No puedes hacer nada !!, en ese momento ya puedes despedirte de las cuatro ruedas para siempre, porque los ciento setenta y cuatro hijos de las veintitrés rumanas te las desmontan a la velocidad del rayo. ¡¡ Es la leche !!Otra modalidad de robo, esta vez en la vía pública de la que yo mismo he sido víctima personalmente:
Se trata de dos mujeres jóvenes que trabajan juntas. En un semáforo, una de ellas, morenaza, alta, con un top sugerente, se ofrece para limpiarte el parabrisas del coche. Mientras tanto la otra, que también esta buena de pelotas, te afana todo lo que tienes en la guantera, mientras te comen la polla...
Me robaron dos veces el sábado, otras dos el domingo, una el martes y otra más esta misma mañana.
El lunes no las encontré por ningún lado a las muy hijas de perra...
Tened mucho cuidado por favor.
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