Pero como era de esperar, llegó el día de hacer algo productivo ( aunque estuve miles de lunas haciéndome la sueca) así que abandoné el calor del hogar y salí a darme una vueltecita por el Universo a ver qué me encontraba.
Mezclarme con los humanos fué un gran impacto para mí, ¡nada estaba en su sitio!. Los hombres no tenían ni un pelo, ni de tontos ni de los otros, usaban aceites y se perfumaban como las mujeres. Y las mujeres...(si las ve Afrodita le da un pasmo). Así que me dispuse a arreglarlo, para lo cual tuve que cambiar mi corona por este sombrero tan chuli. Sí, un poco alto, pero que lo he cambiado por una corona ¡jolín!. Y me quité las alas que de tan buena que parecía me miraban con suspicacia.¡Y menudo cambio!....escoba con motor V16 y 520cv....¡¡molamogollón!!.
Ahora estoy preparada para devolver el mundo a su estado original...bueno, al normal... bueno, eso. Comencemos:
Hay que ver la de faenita tonta que dais los mortales cada dos por tres.¡Con lo fácil que es!
El otro día, sin ir más lejos, comentábamos sobre lo mala que es la comunicación hoy en día y la cantidad de cosas que la distorsionan. Pero, si además hablas lenguajes distintos, ya es la pera.
¿Te relacionas con un retrosexual?...entonces ¿porqué usas esa jerga ininteligible? Deja de liarte que es mucho más sencillo: He aquí un práctico decálogo de expresiones verbales y lenguaje corporal que hará tu vida mucho más cómoda.
1.- Ponte las buenas razones siempre en la parte delantera, sí, bien acomodadas y a ser posible un poco visibles. Sin pasarse tampoco, queremos captar su atención no que pase directamente a la tercera fase.
2.- Llámale por su apellido, da igual que sea tu pareja, aun quedan en él rescoldos de la mili, utilízalos a tu vafor: " Martinez...¡a la mesa!". Esto no funciona para el catre (lecho, quise decir lecho) donde, normalmente, llegará antes que tu.
3.-Utiliza frases cortas y que entienda a la primera : "Cari, te quedas con los niños".
Importante unir la acción a la palabra. Cuando quiera darse cuenta tu tienes que estar, al menos, en el ascensor.
4.-Apela siempre a su orgullo : "¿A que no hay?". Frase mítica que hace magia.
5.-Que sienta que te importan sus aficiones: "Cari, hoy hay partido y casi no queda cerveza, será mejor que lo dejes todo y vayas a por más". A la que sale por la puerta le dices, "¿me traes esto ya que vas?". Y trae la lista de la compra que le habías preparado. Eso sí, no se te ocurra interrumpir durante el partido, para todo hay un límite.
6.-Que se divierta ¡por Zeus!, que ni siquiera a ti te gusta hacer ciertas cosas: "Cari, vamos a limpiar el baño. ¿Ahora?...Sí, se me ha ocurrido una manera ideal de limpiar la ducha". Aquí, si no lo pilla (juas), ya puedes mostrarle las razones del punto primero.
7.- Tiene un lado tierno, aunque se empeñe en ignorarlo: "¿Quien me va a cuidar mejor que tu, grandullón?". Y lo tienes toda la noche dándote calorcito.
8.- Nunca dudes de su capacidad para hacer algo : "Cari, acabo de darme cuenta de que el constructor joputa puso una bajante de la luz justo donde vas a poner el taladro. ¿Serán...?".
9.- Agradece sus detalles: " Cari, me encanta el bolso que me has regalado. Me encanta, me encanta y me encanta (bueno, igual sobra un me encanta). ¿Yo?. Sí, que sabía que me lo querías comprar para mi cumple. Ná, que me gusta verte contenta....." Como para llevarte la contraria.
10.-Y nada de lloriqueos (salvo que estén plenamente justificados). No saben que hacer con ellos, se ponen enfermos física y mentalmente. Además, ¿porqué crees que lo tienes loco?...
Porque puedes con todo, ¡hasta con él!
Ya...ya os oigo refunfuñar, pero a mí no me la dais que a todas os gusta Shreck.
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