Saturday, March 12, 2011

Cuestión de tamaño...

Ande o no ande, caballo grande.

La frasecita, tiene miga, y representa lo que la mayoría de la gente piensa acerca del tamaño, cuanto más grande mejor. Es algo que llevamos con nosotros desde que nacemos. ¿Quién no ha tenido la típica discusión siendo un niño: “El coche de mi papi es más grande que el del tuyo…”.

Sin embargo, últimamente la mentalidad está cambiando y casi todas las cosas, deseamos que sean lo más pequeñas posibles. Fijaros que, bien sea por espacio, o por comodidad, el caso es que la mayoría de los objetos, se intentan fabricar con el tamaño más reducido posible. Cámaras de fotos, móviles…, todo tiende cada vez a ser más pequeño, a todo se le busca un volumen que le permita poder guardarlo en los bolsillos dentro del pantalón.

Pero…. ¿Y lo que ya está dentro del pantalón?... Si, ese miembro viril del macho ibérico que oscila entre nuestras piernas. Por alguna extraña razón, de eso se sigue diciendo que cuanto más grande mejor… Aunque yo discrepo de esa opinión, y me guío por un sencillo principio: cuando algo se usa poco, mejor que sea pequeño…, menos abulta y menos molesta.

Y razonando un poco el tema, sólo un poco, nos daremos cuenta de un pequeño detalle: la actividad para la cual se requiere realmente, que dicho órgano sea más o menos grande, la practicamos sólo una vez al día…., bueno vale, una vez cada tres días…., venga… que si, una vez a la semana en la mayoría de los casos. Además, si es pequeña, siempre quedaría mejor el comentario cariñoso de alguna fémina al observarlo, del tipo: “ay mírala que cuca y que graciosa ella”…, que no del tipo: “Tú, so animal, apunta con eso a otra parte que me vas a extirpar las amígdalas vía uterina…”.

¿Pero y el resto del tiempo? Lo llevamos ahí colgando, sin pena ni gloria, haciendo bulto y molestando inútilmente. Deberían de ser como las puertas correderas esas, que se meten dentro del tabique para ganar espacio… O que fuera plegable, tipo escalerilla de autobús, con bisagras inoxidables, o cualquier otro material hipermegaflexible…

En eso también nos gana el género femenino. Ellas están mejor preparadas y lo llevan para adentro, sin que les estorbe lo más mínimo, e incluso, son tan previsoras, que tienen hueco para guardar en su interior nuestro colgajo…, cuando es requerido.

¿Y los testículos? Otros dos colgajos cuya prominencia es objeto de roces dolorosos, y que son terriblemente molestos incluso para sentarse. Con lo fácil que sería producir el esperma en el hígado o en los riñones, que además al ser más grandes lo producirían en mayor cantidad y… ¡vaya!, ya vuelven a aparecer los adjetivos “grande” y “mayor”… No mejor no, que si no es posible que una eyaculación produjera camadas demasiado numerosas…

Entiendo que para los chinos sí sea importante, y que lo prefieran “glande”, pero los demás… Así que yo digo: “Ande o no ande, mejor que no sea grande”.


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